martes, 30 de diciembre de 2014

En mitad del invierno

"En mitad del invierno encontré en mí un verano invencible"
Albert Camus

A la deriva
en el Adriático cubierto de nieve

Veo que al mar no le gusta el frío
y a mí tampoco

Luego recuerdo a Camus
vivo Camus

En el corazón descubro
el volcán ganado en la fragua

Adiós digo
y me sustraigo.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Calvino el escritor

El escritor tomó las armas
el escritor jamás quiso hablar de ello 
el escritor fue comunista
el escritor dejó de serlo

el compañero de armas del escritor
fue al velorio del escritor
y encontró sola la urna
y vio a los editores del escritor
discutir con la esposa del escritor
sobre los derechos de autor del escritor

el escritor había escrito un libro
sobre un niño que se sube a un árbol
y más nunca baja
porque el escritor sabía

que debió ser ese niño
y no vivir en el mundo
de los editores carroñeros
los partidos políticos mentirosos
y las urnas solitarias

Calvino 
leí que tus amigos dicen
que en la juventud tus ojos eran dulces
y luego se te llenaron de sombras

Calvino el buen hombre
Calvino el escritor


sábado, 13 de diciembre de 2014

Diré que me tocó el amor contigo mi amor

Diré que me tocó el amor contigo mi amor

También diré que entendí
que lo más importante de Heráclito
no es el río que jamás es el mismo
sino el fuego
lo supe el otro día
cuando vi que el mundo
no puede vivir sin volcanes y sonreí

Diré que sólo a ti puedo
decirte estas cosas dándote todos los besos
y abrazándote con las piernas
que sólo en ti la locura dada por Dios
no se confunde con la locura enferma
que en ti hasta el Fedro de Platón se hizo cierto

Milagro

Luego
claro
están los poetas
que se comen a los filósofos
siempre
y todo eso sucede
cuando los dos
nos escuchamos
los cuerpos mi amor

Diré que nadie me ha amado como tú

Diré
de nuestra luz encendida
en la iglesia del pintor
esa que no se apaga
porque sabemos la oscuridad y la bruma
y seguimos los dos

Diré del mar antiguo este
que tengo en frente
y que hiciste tuyo mi amor

Dirè que todo
se hace todo
cuando nos hacemos los dos

jueves, 4 de diciembre de 2014

El bosque de la niña


Cada vez que llego a su casa la niña me mira con sus ojos de mar y sonríe con sus dientes de nieve.
La niña me quiere.
Debo haber hecho algo muy especial porque los niños son difíciles en el amor. Son honestos.
No recuerdo qué hice, cuáles fueron mis acciones que, como ríos cálidos, bañaron, se instalaron y humectaron el corazón, los ojos y los dientes de la niña.
Y sus manos.
Porque además de mirarme y sonreírme, la niña, cuando visito su casa, siempre busca sus hojas blancas y sus colores, sus acuarelas y me hace dos tres cuatro dibujos, mientras los adultos hablamos de la crisis, de que no tenemos trabajo o de que el mundo pronto acabará.
Si levanto la mirada para ver aquello que se va plasmando en las hojas, la niña me sonríe y me dice "¡no veas!". 
Yo le obedezco. Siempre hay que obedecer a los niños.
Y entonces llega con las hojas empapadas de pintura que es el mismo río que formó árboles en las hojas. La niña siempre me pinta árboles.
Yo tomo todo de sus manos y pongo a secar, en la baranda del balcón si hace calor, cerca de la chimenea si hace frío. 
Las pinturas deben secarse para permanecer. El amor no. Al amor nadie lo seca, salvo el desamor.
La niña no sabe de esas cosas, sólo mira, sonríe y me pinta árboles que van repoblando mis árboles de adentro.
Así nos reconstruimos. Como los bosques. Como los niños.

martes, 2 de diciembre de 2014

Poesía no es ilusión

Ahora para escribir poemas hay que cerrar los ojos
Buscar detrás de los párpados
Salir de la hoja en blanco que es el mundo

Y es que toda falta de libertad es ahogo
Y es que toda resignación es parálisis

El poeta no está exento

Tú sabes cuando el mundo se está acabando
Porque los poetas mienten

Los poetas mienten cuando no escriben lo que son
Ni lo que ven
Sino lo que quieren ser
O lo que quieren ver
Hasta la muerte falsa se inventan los poetas
Hasta la vejez

Poesía no es ilusión



viernes, 14 de noviembre de 2014

Cuando todo esto acabe

Cuando todo esto acabe
(Si la muerte nos da respiro)
Nos sentaremos en el piso
Como los niños
A reparar nuestros corazones rotos

Como si fueran muñecas
Como si fueran carritos
Como si fueran trompos
Que pararon de rodar

Cuando todo esto acabe
Cuando acabe el apremio
Tendremos de nuevo todo el tiempo
Que siempre tuvimos
Para perdonar

domingo, 9 de noviembre de 2014

Cuando somos cobardes

Cuando somos cobardes no escribimos. 

Cuando somos cobardes resoplamos 
nuestras angustias en palabras 
que hacemos caparazones. 

Somos tortugas. 

La ilusión siempre es coraza.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Los zapatos de Calvino

A Patricia Damiano

Me dijeron que vendrías a buscarme con esa bicicleta. Ya sabes que soy niña cuando se trata de ti. Por el barón rampante. Porque te pareces a mi papá. Tienen el mismo rostro ustedes. Porque andas de puntillas en esa imagen y pareciera que buscas el equilibrio y lo encuentras. Sólo los hombres verdaderos andan en bicicleta con zapatos de suela. Sólo los hombres como tú y los señores viejos que veo en esta nueva vida, en estas calles pacíficas, llenas de mar. Hombres de mejillas suaves recién rasuradas y olor a pino que en algún tiempo se treparon en los árboles. Siguen en los árboles. Uno ve los árboles.
Me dijeron que vendrías hacia mí con esa bicicleta y yo a veces te busco con los ojos.
Yo siempre busco. Es como debe ser. Yo no me canso. Soy como tus letras que no se cansan, soy como tus zapatos. Soy como tu barón rampante. Soy como mi papá.


jueves, 30 de octubre de 2014

No me río

Leo un estatus de Facebook que dice que el 75% de nuestro cerebro es agua y que no nos preocupemos, que no somos idiotas, lo que pasa es que estamos deshidratados, es todo. Debería ser un chiste, yo debería reírme y seguir corriendo con mi dedo índice buscando más estatus, alguna canción, algún poema. Pero no, no me río, por el contrario siento un sabor amargo en los dientes que se niegan a asomarse en la sonrisa. No es chiste el cerebro desertíficado. No causan ninguna gracia las dunas que cubren nuestros órganos expuestos a tanta intemperie y nada. Han sido muchos años, hemos perdido brillantez, hemos perdido humedad, hemos perdido espíritu. Claro, mucha muerte alrededor, mucho destierro, mucho cansancio, mucha lógica botada a la basura. Al desierto. Luego estarán los que digan que también el desierto y la deshidratación son necesarios para resurgir, para resucitar. Sí, quizás tengan razón. Pero mientras algunos tapan con un dedo el desierto, este sigue secando gargantas e ilusiones. Y el coraje se hace arena. Nos quedan los abdominales, el estómago, esos músculos que le dictan al corazón la supervivencia digna. Esas cosas que no se adormecen como las aletargadas lagartijas. Quedamos nosotros y nuestro corazón. El motor de todos nuestros líquidos. Nuestra sangre. Estamos vivos aún. Aún podemos derrotar a aquellos que nos quieren tempestad seca, árbol caido, cactus.

jueves, 16 de octubre de 2014

Venezuela es

Venezuela
Es una anciana recia
Que toma un avión sola
Para volver a la deriva
De Venezuela

Venezuela
Son sus hijos
Desperdigados y temerosos
Supervivientes
Del nido vacío

Venezuela
Es el amor
Que capituló
Frente a la muerte
Del cuerpo
Y del futuro

Venezuela
Es una dictadura
De bestias sin control
Que le robaron los sueños
A Venezuela

Venezuela
Es un corazón roto.

martes, 7 de octubre de 2014

Geografía

Allá hay que escalar una montaña
Para atravesar el mar

Aquí hay que cruzar el mar
Para llegar a la montaña

Geografía inhóspita
Para alguien
Que sólo quiere
Descansar

Vencida
Perdí el cuerpo
E hice poesía

Los versos
Recorren los kilómetros
Renunciados.


miércoles, 1 de octubre de 2014

He estado lavando mis memorias en este mar

He estado lavando mis memorias en este mar
He utilizado la sal para disecarlas
Los barcos para huir
Las golondrinas para dibujarme primaveras

Ha estado bien
Pero no ha sido suficiente

Porque el odio
Es más grande que el mar
Y disuelve la sal con su amargura
Y aguijonea los cascos de mis barcos
Y regala inviernos a las golondrinas

Entonces
Me digo
Que necesito recordar
Que la dictadura me robó
El amor

Entonces
Me digo
Que el tiempo pasado
Construirá la lucha del porvenir
La muerte del oprobio
El fin de la ignorancia
El único mar sereno posible.

jueves, 25 de septiembre de 2014

Lego

Jugábamos
Yo siempre hacia casitas
La pieza verde grande abajo
Y las cuatro paredes de piezas blancas hacia arriba
Luego el techo, era un reto
Piezas rojas en diagonal
Dejaba espacio para la puerta
Siempre abierta
A veces no me salían las ventanas

En el Lego no había
Piezas para los pájaros
Ni los árboles
Pero estaba bien
Yo quería la casa

Me veo de niña en
Mis Hogares de Lego
Yo construía bien

Luego uno crece
Y las casas se complican
Pero ese es otro poema

jueves, 18 de septiembre de 2014

El naufragio de los traidores

Resignarse es la última playa
La de los náufragos que llegan muertos a la orilla
La de los caracoles que se arenan vacíos 

Yo no soy náufrago
Yo no soy caracol

Yo no me resigno como quisieran los traidores

Los traidores son barcos llenos de huecos
Que hacen agua de cansancio

Yo aquí sigo
Sin esperanza y rebelde
En mi barco sagrado
Navegando mi propio mar

sábado, 30 de agosto de 2014

Pequeña crónica de una bomba en una cena

"Mamá, vamos a devolvernos a Venezuela, por lo menos Maduro es mejor que los tipos del Isis". Esto aterriza en el plato de mi cena como una bomba de tristeza absoluta. Callo por un instante y luego empiezo mi discurso sobre la imposibilidad de que "los tipos del Isis" lleguen donde nosotras estamos, "tranquila, mi vida, Italia es un país muy fuerte, tiene un ejército enorme aunque no lo veamos, aunque nunca lo use". Mi respuesta quizás sea aún más triste. La guerra como única opción para sortear la amenaza y el miedo. Mil preguntas me asaltan. El apetito se fue. Dejo que pasen los minutos. Siempre dejo que pasen los minutos. En esos minutos que pasan siempre vuelve la poesía. Como he dicho en otras ocasiones la poesía es lo que tengo, además del amor. Los decapitadores siempre estarán por allí, con sus capuchas o con sus disfraces, con su maldad de la nada, del hueco. Nosotros seguiremos, sabiendo que no pertenecemos a ellos. Hoy en día, eso, sólo ese hecho, ya es una gran victoria.

Ya no tengo miedo

En este mundo de guerras
Me quedaré inmóvil
Observando la poesía pasar

Me quedaré con el amor
Que finalmente me abriga
Luego de una vida
De inviernos tropicales

Viví las nieves cálidas
Viví la mentira de un hielo disfrazado de fuego

Ahora no
Ahora
A pesar de las guerras
Aquí estoy
Entera

Contigo
Mi amor
Que me das el abrazo
De futuros en flor.

viernes, 15 de agosto de 2014

Pesca


I
Estamos en el muelle. Hay niños pescando de manera simple, con un hilo rudimentario, el anzuelo y gusanos. Intento no ver. Atardece. No me gusta pescar por juego. No tiene nada que me guste. Me dices que no me preocupe, que solo nos vamos a divertir, los vamos a sacar del agua, ver como se retuercen en el cemento y luego adentro otra vez. Eso te dijeron ellos.
Asiento con un gesto. Me resigno, hoy no voy a decidir, no voy a ir contra la corriente.
Me quedo. Empiezan a salir del agua, confusos, dolientes. Los niños ríen. Tu te ríes también, al principio, ya que todos ríen piensas que tu también debes reír.
Pero luego, parece que ya no hay tanta risa y te pones seria.
"Ellos no respiran aquí, mama?"
Corres hacia tus amiguitos.
"Vamos... vamos a tirarlos al agua de nuevo. Por favor".
Te miran como si fueras tonta. Son muchos los niños, muchos los peces. Tomas dos con tus manos, tratan de escapar, los aferras y lanzándolos vuelan y caen con gracia en su mundo. Libres.
Vuelves a mi y te sientas a mi lado a ver el sol.

II
Te digo que esa es la calle que mas amo en el mundo, al lado del mar, bordeándolo.
Entramos al sitio, pocas mesas, todo abierto. La orilla. Traen nuestros pescados. Comemos con las manos. Hay dos hombres en la playa, muy cerca de nosotros. Van a pescar para comer.
Lanzan los anzuelos con habilidad, esperamos a ver que pasa. Algo inmenso salta. Un enorme pez plateado. Tus ojos se vuelven grandes. Siempre se ponen así cuando ves algo que te fascina.
"Mama puedo ir?"
Te digo que si y saltas el muro, corres.
El pez está luchando y en la lucha comienza una danza nunca imaginada. Nos hipnotiza. Es hermosísimo. Lo logra, se escapa. Los pescadores maldicen. Nos reímos con gusto. Pasan los minutos y la escena se repite. Otro pez, otra danza. Sin escapatoria, esta vez. Todo sigue por varios minutos. Uno de los hombres debe entrar al mar y abrazar al pez. Siento que es una lucha digna. Está bien.
El trofeo sale del mar, cansado, casi no se debate.
El sol de nuevo en su sitio. Pegado al horizonte.
Llena de arena, vuelves, a terminar lo que quedaba en tu plato.
Nos quedamos en silencio, con nuestras sonrisas.

sábado, 12 de julio de 2014

Cartel

Quisiera tener un cartel que diga no soy de aquí aunque parezca
Quisiera tener un cartel que diga no entiendo aunque parezca
Quisiera tener un cartel que diga no sonrío aunque parezca
Quisiera tener un cartel que diga no me las sé todas aunque parezca
Quisiera tener un cartel que diga a veces tengo miedo aunque no parezca
Quisiera tener un cartel que diga "haciendo poesía, favor no molestar"
Quisiera tener un cartel que diga a veces me pierdo
Quisiera tener un cartel que diga no me mires así
Quisiera tener un cartel que diga Dios mío cuánto mar
Quisiera tener un cartel que diga tú no sabes lo que se siente
Quisiera tener un cartel que diga yo no sé lo que es patria
Quisiera tener un cartel que diga tengan cuidado con las dictaduras
Quisiera tener un cartel que diga tengan cuidado con los revolucionarios
Quisiera tener un cartel que diga SOS Venezuela
Quisiera tener un cartel que diga tú no sabes lo que es un chaguaramo ni una guacamaya
Quisiera tener un cartel que diga las pistolas matan
Quisiera tener un cartel que diga merecíamos otro destino
Quisiera tener un cartel que diga quiero jugar a ajedrez con Duchamp
Quisiera tener un cartel que diga abajo los sostenes
Quisiera tener un cartel que diga estoy enamorada de ti aunque jamás te lo diré
Quisiera tener un cartel que diga soy anárquica
Quisiera tener un cartel que diga siempre poesía
Quisiera tener un cartel que diga yo sé que te gusto
Quisiera tener un cartel que diga Jesús menos mal que existes
Quisiera tener un cartel que diga nadie debería robar países
Quisiera tener un cartel que diga ¿por qué me traicionaste?
Quisiera tener un cartel que diga nadie debe asustar a los niños
Quisiera tener un cartel que diga hay que creer en los árboles
Quisiera tener un cartel que diga no me gustan las hienas
Quisiera tener un cartel que diga tú eres una hiena
Quisiera tener un cartel que diga las fotos también son poemas
Quisiera tener un cartel que diga no todos los barcos se hunden
Quisiera tener un cartel que diga no siempre soy valiente
Quisiera tener un cartel que diga no soy la Monalisa
Quisiera tener un cartel que diga menos mal el verano


Seré la mujer de los carteles.

domingo, 6 de julio de 2014

Inmigrantes

Estoy haciendo el Ramadán, me dice, mientras se estaciona en la sombra de mi paraguas. Lleva en las manos muchos collares de piedras de colores. Luce cansado. Estoy haciendo el Ramadán, no puedo beber ni agua del amanecer al atardecer. Lo miro, le sonrío, le pregunto de dónde viene. Me dice que de Bangladesh. También sonríe despacio. Estamos tranquilos. Tiene los ojos verdes. Son unos ojos lago. No tengo hambre dice, lo único que me importa es que haya trabajo. Le digo que lo entiendo. Bueno, voy a proseguir, me dice. Le digo que Dios lo bendiga. Sonríe lento de nuevo y parte. Va dejando huellas en la arena con los collares que destellan sol. Somos comunión. Él va, yo me quedo. Siempre movimiento. Siempre humanidad. Siempre poesía.

miércoles, 2 de julio de 2014

Necesito

La dictadura fue
Ese río sucio
Que invadió mi casa
Hasta arrancarla de raíz

Ahora quedan los detritos
Se formó el dique del dolor

Por eso busqué más agua
Mar

Necesito liberar

sábado, 21 de junio de 2014

Adiós a los gatos

Me han dejado de importar los gatos en las ventanas
Los animales acróbatas sin alas
Las muchas vidas que no son tales
Las garras
Los mordiscos
El desamor camuflado

Ya no me atrae lo indomable

Le dejo los gatos
A los gatos

Me dedicaré a amores posibles



sábado, 24 de mayo de 2014

edad media

Se levantan temprano,
las preguntas se despiertan antes que ellos,
¿y ahora qué?
¿de nuevo, qué?

No saben
están desorientados
solos

perdieron el sentido
de las cosas

son los de media edad
(edad media)

luego ponen los pies en las pantuflas
preparan café
buscan la juventud en el espejo
junto con el cepillo de dientes

la encuentran
aún

entonces
y sólo entonces
despiertan.

La juventud es el único sentido de las cosas.


viernes, 25 de abril de 2014

Los ojos

Es primavera, desayuno sola en una cafeteria, observo todo, escribo poemas. 

En el sitio donde estaba sentado el señor anciano con la corbata luego se sentó un muchacho completamente tatuado y ahora se sentó un niño. 20 minutos. 

Todo cambia. 

Se acerca una señora vendiendo manteles, me dice que es de Nigeria, le digo que si quiere café, me dice que no, gracias. Le pregunto sobre su país, se llena de tristeza. Allá están matando gente, me dice. Le digo que en el mío también. Me dice que extraña su tierra le digo que yo no. Me dice que en realidad ella tampoco. Extraña a su gente, dice. Está melancólica. Le pregunto si tiene niños, si sus hijos están aquí con ella, dice que sí. Los ojos enormes sonríen. Creo que los míos también, porque me pregunta también si tengo hijos. Me extiende la mano, me dice su bello nombre. 

You made my day, dice. 

Se va bajo el sol. 
Liviana. 
Yo también.

Monosílabos


miércoles, 9 de abril de 2014

Recuerdo

Recuerdo que cuando era pequeña el jardinero de mi casa cuando los perros ladraban decía que los perros latían. Usaba latir por ladrar. Nunca entendí por qué. Nunca imaginé cuánta razón había en esos verbos usados como sinónimos. La mayoría de los corazones que veo hoy, que siento hoy, ladran. Corazones perros.

sábado, 5 de abril de 2014

Migración 2

La arena
Se mueve
También
Con la lluvia
Que se estrella contra los vidrios
De mis ventanas cerradas

Las gotas son los barcos voladores
de la arena que migra

Siempre todo se seca

Veo las pequeñas formas
De las gotas que fueron agua
Círculos de arena
Espirales
Dunas
Pequeños desiertos
Sin mar.

viernes, 4 de abril de 2014

El dolor que somos

Busqué
En mis adentros
Unas letras
Que expresaran
El grito

No las hallé

Esta indignación
Trae el silencio
Del ahogo

Poesía se repliega
Llena de horror

Sólo el cuerpo sabe gritar

Lo que queda en la hoja
Es el despojo
Del dolor
Que somos

miércoles, 26 de marzo de 2014

Lo sagrado

A veces se pierde tu nombre
Señor
Te pierdes tú
Se pierde lo sagrado

Ese es el juego
La ceguera de la desesperación

Luego vuelves
Con tus letras bien puestas
Soy Dios me dices
Aquí estoy

Y entonces de nuevo
Aprendo a rezar
Y todo se calma
Padre

sábado, 15 de marzo de 2014

El gigante de las ventanas 2

Ayer volvió el gigante de las ventanas a terminar de acomodar unas cosas que se le habían quedado pendientes desde diciembre. Se sorprende el gigante de que yo no esté molesta con él por el retraso, que yo no tenga quejas. No sabe que ya no me importa la diligencia, que ya no tengo urgencia, que las ventanas funcionaron perfectamente sin ese listón que les faltaba que las haría más lindas. Que del lugar de donde vengo la belleza es un lujo prescindible. Que vengo de un sitio de emergencias. 
Le pido que me instale unas lámparas que compré en ikea, baratas y bonitas, me dice que él no es electricista pero que lo intentará. Me pongo a montar las piezas mientras él termina las ventanas, una a una las encajo, todo perfecto, hasta he aprendido a ser buena con las manos. Nos reímos y la risa del gigante es gigante, cavernosa, segura. Es una risa que no conoce intemperie.
Creo que el gigante no sabe lo que es Venezuela, sabe que vengo de allá, pero para él Venezuela es como para mí Namibia. Ni idea.
Mejor.
Soy por pocos instantes una mujer que viene de un sitio que no existe. Ni existen los sufrimientos, los muertos, mi pasado, mi futuro que no sé.
Vemos el mar y el gigante dice que no cobra su sueldo hace tres meses, tomamos café. Se va.
Tengo las lámparas, tengo la luz y la sonrisa de Giulia.
Apagamos, nos dormimos. Hasta mañana.

jueves, 13 de marzo de 2014

La visita 2

Así como un día
Me visitó mi cobardía
Tomamos te con galletas
Y ya casi no vuelve
Así hoy vinieron en grupo
Mis nostalgias

Ahora las veo
Tan inseguras
Tan equivocadas
Tan débiles
Tan falsas

A ellas ni siquiera una visita
Cordial
Les permitiré

Los errores
Cuando los divisas
Se van

martes, 11 de marzo de 2014

La locura en la torre

He pasado meses enteros poniéndome medias. Cubriéndome los pies de este frío que es mi nueva casa. Esta casa que se parece a la torre de Hölderlin, pero con vista al mar. Imposible no preguntarse si la locura también se parece a la del poeta. El único consuelo que me queda es que mientras me siga preguntando de una probable locura significa que ella no ha llegado. El único consuelo entonces en este extrañamiento sigue siendo la decisión de apoyarme en una lógica que está haciendo agua hace años. Insisto, insisto porque nos enseñaron eso, nos dieron esta única manera de pensar como salvación del caos que siempre es el mundo. Nos engañaron, me engañaron y a pesar de eso sigo. Sigo haciendo lo mismo que aprendí de niña, porque el mundo es demasiado grande y yo pequeña. Impongo mis conclusiones que una a una se ven tomadas por el vórtice de lo contrario a mis decisiones. Entonces río, lloro, dependiendo del caso y sigo. No deja de ser curioso que todo esto al final nos conduzca a la muerte. Es aterrador. 

La muerte se viste de mil máscaras y al unísono se muestra desnuda y firme en la tierra en que nací, de nuevo me digo, es aterrador. 

El tiempo, los pocos minutos que tardo en lanzar estas líneas desesperadas y una vez más mi cerebro hace su trabajo, los silogismos vienen en mi auxilio, la civilización  adormece el miedo, ese es su objetivo. Droga apocalíptica. 

Me engaño y sigo, mientras no llegue el poema que es el único sitio donde podré descansar. 

La poesía para mí es el resguardo donde no hay muerte.

lunes, 10 de marzo de 2014

Detritus

Pequeñas piedras
Navegan los ríos
Que me recorren

Aquí y allá
Sedimentos
De sentimientos
Perfilan
Los valles y los montes
Del nuevo paisaje
Que soy

Mis patrias me dibujan
Sin mano firme

Mis patrias confundidas


domingo, 2 de marzo de 2014

Te dije

No quisiste creerme
Cuando te dije
Que la poesía era importante

Te pareció una de "esas cosas mías"
Una de mis sensibilidades
Una de mis inutilidades

Ahora estás de madrugada
Despierto
Desesperado
Y buscas y no encuentras
Ni siquiera a Dios

Te dije que la poesía era importante

La poesía es Dios
Cuando no está Dios.

sábado, 1 de marzo de 2014

Flashes

I
Me llamas ¿cómo estás? Me dices que te duelen las rodillas, yo lo sé y quiero preguntarte si hay comida, quiero que sepas lo mucho que te quiero y llega toda la angustia que me hincha la lengua, la sangre que me palpita en la cabeza y entonces callo y no pregunto, te dejo hablar. Menos mal que te fuiste, hija, menos mal que justo a tiempo, que si no te hubieses ido imagínate mi angustia sabiéndote allá en la Florida, sola con la niña. Sigo callando. No le digo mi angustia por sus años, porque ella sí está allá, mi madre, los míos están allá, yo estoy allá.

II
Me escribes, siempre me escribes tranquilo, qué cocinaste, vi la foto del mar, cómo están las cosas, todo bien, yo aquí fui al mercado, pero tengo que volver a ir, a otro. Te digo que oí que sobrevuelan los aviones, no contestas, descarga Google Drive, me dices, es una nube que tiene Google para almacenar archivos. Una nube. Luego vendrá el suspiro. Ese que es tan difícil de escribir en el chat.

III
Tú también me escribes, mis amigos me escriben y yo los quiero tanto, tú me dices que no quieres odiar, que estás haciendo un esfuerzo para no odiar. Te entiendo, te digo, yo no odio tampoco, pero es que me cansé de la maldad. Hay que tener cuidado con las sirenas malvadas, con sus cantos, quedamos de acuerdo en eso. Callamos, sabemos que estamos cerca.

IV
Salgo a comprar comida y la dueña del abasto de aquí me cuenta todos sus problemas mientras me rebana la mortadela y me despacha el pan. Habla habla habla habla. No deja hablar. Así son los que sufren en su ombligo. No dejan hablar. No importa, igual ni sé qué decirle, ella no sabe qué es Venezuela.

V
Peleo con comunistas, les escribo por Facebook, tengo mi propia cruzada. Soy pequeña, así me siento, pero es que me duele. Es que estoy llorando. No se le puede faltar el respeto a tanto muerto y tanta lágrima.

VI
Hice un video para decir lo que sentía y sólo se me ocurrió leer un poema de Hölderlin. Los poetas gigantes siempre dijeron las cosas mejor que yo. Luego no lo pude cargar en ninguna parte, pesa mucho. La poesía pesa.

VII
Leí que la dictadura armó una cárcel de lata, una cárcel portátil y que en la noche los vecinos oyeron los gritos de los jóvenes presos. Creo que esto que me arde por dentro se llama sed de venganza. Estoy furibunda.

VII
No puedo olvidar a Marvinia. La mujer golpeada por otra mujer. Los golpes no se olvidan nunca. Cinzia no olvida.





martes, 25 de febrero de 2014

Alba

Esta mañana el alba me recibe con una foto de una mujer soldado golpeando ferozmente a una mujer en el asfalto. No digo nada, todo calla, no tengo con quién hablar, salvo con el mar. Ya no reconozco de qué están hechas mis lágrimas. Si tuviera que hablar de su composición diría que la ira es la sal que las condimenta. Una especie de receta extraña que ha dejado a la tristeza atrás. La tristeza se quedó en los poemas que no escribo, en las palabras que no pronuncio, en los ojos que miro en las fotos de las agresiones, de las protestas, en el espejo que me refleja cuando me atrevo a mirar.
En el centro de todo hoy está aquella mujer. Un despojo. Y la otra en el piso. Los golpes. Y todos nosotros en este vórtice.

No tengo conclusiones, las conclusiones nunca forman parte de las tormentas.
Pero si tengo deseos.
Ver las rodillas de los malvados en el piso, clamando por un perdón que nunca llegará.

lunes, 24 de febrero de 2014

Roma

Ayer estuvimos en la Plaza San Pedro, porque allí fuimos convocados a manifestar. Había una bandera inmensa, las estrellas estaban perdiendo sus puntos de costura y parecían aquellos pájaros blancos de los que hablé hace días. Parecía que quisieran emprender un vuelo libre. Llegamos a la plaza por uno de sus lados y lo primero que pude ver de ella fueron las colosales columnas de Bernini, metáfora de fortaleza, y luego, más allá las gorras tricolores y el himno. Nos pidieron que no cantáramos, que no gritáramos consignas porque seríamos expulsados de la plaza. Sentí la mordaza, la injusticia, pero me adecué, está bien, no importa, no es la primera mordaza, sigue Cinzia, sigue...tú sabes de eso, ten paciencia. Luego Bergoglio se asomó a su balcón. Se veía tan pequeño, fue pequeño. "Un saludo a los venezolanos" fue todo lo que dijo. Sí gritamos, todos. Libertad libertad libertad, Justicia justicia justicia, Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó...el pontífice se fue, se cerraron las cortinas. Supe que lo que hagamos tendremos que hacerlo nosotros. En la tarde insistí en ver el Moisés de Miguelangel, en la iglesia silenciosa donde se encuentra. Fui y lo encontré serio como siempre, fuerte, con el ceño fruncido, con su cara de lado, desafiante, perfecto, anciano, magnífico. Le hablé y le dije cosas como se le reza a una estatua querida. Encendí unas velas. Adiós. Autobús de regreso. Y seguir.

martes, 11 de febrero de 2014

Música y dignidad

Aquí hay niebla y duelen las rodillas. El mar amaneció bravío, choca contra las rocas colocadas por los hombres. Se rebela. Yo sé que el mar podría arrollarnos, sé que la naturaleza es violenta y dulce. Sé que somos naturaleza. Estoy lejos y pienso en los jóvenes, con sus manos vacías, a lo sumo piedras. Ellos, los muchachos. Se enciende dentro de mí el sentimiento heroico. Somos fuego. Escucho a Alessandro Scarlatti y recuerdo a Nietzsche cuando nos dice que sin música no seríamos nada. Tiene razón el filósofo, siempre la tiene. La música de Scarlatti me dice, en su belleza, que no habrá jamás esclavitud que pueda robarnos la música de ser dignos, humanos, hermosos. Quisiera acariciar los rostros de esos jóvenes con esta música. Los acaricio.

domingo, 2 de febrero de 2014

No todo estrago es amargo

No todo estrago es amargo

Luego están los estragos dulces
Las cosas que quedan de mil abandonos
Te miras y ves

Hay un abrazo en los brazos caídos
Es como hablar en silencio
Es como el frío orgulloso

Sigues viendo recto
A pesar del encono de los párpados

No te confunde la niebla
Ni las rodillas doloridas
Vas
Como quien sufre tranquilo
Como quien no explica
Como quien hace poesía


jueves, 16 de enero de 2014

Todas las mañanas

Recoger
Reordenar los trozos
Para mostrarme entera
Cuando me hablas

Ir aparte
Dejar el punto y seguido
De la melancolía
Del fracaso

Mostrarme de nuevo
Nueva
Siempre

A veces somos lo que los otros quieren que seamos

A veces somos lo que quieren que seamos los que nos quieren.


miércoles, 15 de enero de 2014

El pescado

Nos mostraste
Varias fotos
De un pescado en una balanza
Creo que tu intención
Era
Mostrar comida
Mostrar orgullo

Yo sólo pude ver
Su boca abierta
Su falta de mar
Sus ojos muertos
La desesperación

¿Ves?

Así son mis miradas

Ver con poesía
A veces significa
Olvidar el hambre

martes, 14 de enero de 2014

Así

Me senté
Frente a la mujer que siempre llora
Y lloré

Yo quería llorar con la mujer que siempre llora
Para acompañarla
Para acompañarme
Para que las lágrimas se acompañaran

La mujer que siempre llora
Cuando me vio llorar
Dejó de llorar

Así de absurdas son las cosas

Ahora escucho

Me sorprende el invierno
He perdido tiempo
Preguntando
El por qué a los verdugos

He querido la sordera
Ante los gritos del absurdo

Ahora escucho
La lógica muere

Nace la paz


lunes, 6 de enero de 2014

Menos mal

Me dijiste
Que nunca lo dijera
Pero quien lo dijo
Fue Cesare Pavese
Así que estoy tranquila
No siempre se conserva lo sagrado
En el silencio
Los poetas hablan
No pueden evitarlo
Cuando lo evitan
Hacen lo que hizo Rimbaud
Se atan el oro a la cintura
Y mueren
Igual Pavese murió
Menos mal que no soy Pavese
Menos mal que no soy Rimbaud

viernes, 3 de enero de 2014

Breve acuático

Aquí el agua
se estrella
con paciencia.

Digna.

Todo podría ser un mar de estalactitas.

Le dejaré a la lluvia la paciencia.