viernes, 30 de enero de 2015

Cuando me vaya de aquí


Todas las fotografías fueron para fijar la belleza.

Cuando me vaya de aquí tendré el mar en los ojos
los veleros
y la calma de las hojas de los olivos.

Me iré sin tempestades
sin árboles desnudos
sin frío.





jueves, 22 de enero de 2015

Tragedia

Mundo horrible
el mundo
del que hay que salirse
para soportar al mundo.

Mundo cruel
el que sólo permite
los sueños fuera de él.

martes, 20 de enero de 2015

Reivindicación del ruido

Tomar café en una cafeteria italiana es una experiencia visual, olfativa, táctil y gustativa, pero también auditiva. Ellos, los que preparan el café, vestidos de blanco, con sus delantales, hacen chocar las tazas y los platitos y las cucharitas. Fuerte, pero nada se rompe, nunca. Es como un ritual. Buongiorno, dicen, sonríen las más de las veces, te miran directo a los ojos y vuelven a la faena. Es todo como una especie de ruido musical que acompaña los sorbos. Luego están las voces y las hojas de los periódicos. Los italianos aún leen los periódicos. Los italianos y sus ruidos, sus sombreros, sus ojos profundos. Los italianos y su capacidad de desplazarse por los siglos, atrás y adelante. Aquí no se vive un tiempo lineal. Los italianos y su alma antigua. Ese viaje. Los italianos, tanta belleza.

viernes, 16 de enero de 2015

Selfie



Yo no calibro
yo no construyo
yo no pienso
yo no reflejo
yo no planifico
yo no hablo
yo no callo
yo no observo
yo no vendo
yo no lloro
yo no interpreto
yo no perdono
yo no caigo
yo no enseño
yo no rezo
yo no corro
yo no fluyo
yo no aprendo
yo no compro
yo no muero.

Yo poetizo.


domingo, 11 de enero de 2015

Segunda conversación con Pistoletto

Escogiste a la diosa más bella y la pusiste de espaldas viendo una montaña de harapos. Y la cosa más sencilla sería que un día nos viéramos en Milán, donde te imagino, y me dijeras cuáles fueron todas las razones por las que lo hiciste. Quizás adquirirías la pose de la racionalidad que adquieren todos los artistas cuando se les pregunta "¿por qué?" y empezarías a decirme mil cosas todas lógicas, todas obvias. ¿Te has dado cuenta que los artistas hacen eso en las entrevistas? Se ponen serios ante las preguntas y buscan con los ojos hacia arriba dentro de su cerebro lo que no está en el cerebro. 
En el fondo no quiero eso, Michelangelo. Quizás tu Venus es sólo otra de las Venus que han venido a mí en mi viaje poético, como la de Chauvet, que también está de espaldas y que yo había olvidado. Esa tiene 32.000 años allí y tiene estalactitas y estalagmitas en frente, los harapos de la cueva.
Lo ves, Michelangelo. 
En el poema anterior concluí diciendo que no quería que me contestaras porque el arte no era para preguntar ni responder, sino para gozar, era mi cuerpo hablando. Pero ahora de nuevo estoy aquí para decirte que no, que lo que pasa es que tal vez nunca me respondas porque la que debe responder acerca de la Venus de espaldas soy yo. La razón que subyace detrás de la obra es lo más importante de la obra, dijiste en una entrevista que acabo de ver, (donde te vi buscando lo inefable en tu cerebro, como dije arriba), lo que la define y le da un lugar en el mundo. Fíjate que yo no sabía que tú habías dicho eso y tú no sabes de mi poema. Yo creo que es Venus la que sabe de los dos.

viernes, 9 de enero de 2015

Venus y el infinito

A Michelangelo Pistoletto

Dime Michelangelo
por qué la pusiste
de espaldas.

Fue por su estrabismo
o fue porque es demasiado hermosa
o porque observa
el mundo hecho harapo
y se ríe
pero tú no quieres ver.

Venus jamás se vestiría con trapos.

Dime Michelangelo
fue por su bello culo.

O fue porque se despide
de lo que fue
para ser aún más hermosa.

Es imposible
lo sabes
es una diosa
lo sabes
no hay que invocar a los dioses
por eso la espalda.

También dividiste
el infinito en tres partes
Michelangelo
y te llenaste de espejos rotos
para verte mejor
para que nos viéramos mejor
pero eso no fue con ella
Venus no te vio.

No me digas nada Michelangelo
que el arte no es para preguntar
ni responder.

El arte es para gozar.

miércoles, 7 de enero de 2015

Como a mí me gusta


Si el mundo 
fuese como a mí me gusta 
yo debería poder sentarme 
en una de las poltronas 
que pintó De Chirico 
descansar del mundo 
que no es como a mí me gusta.