jueves, 31 de marzo de 2011

La ofrenda


Me pides tiempo,
me ofrezco.

Aquí te espero.

En nuestro cielo
el tiempo y su miedo
tienen la virtud
de desaparecer.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Lobos


Mira como lloran los lobos y mira como miran...

¿Cómo?

No hay otro animal que llore asi.

Ok

Tan de adentro, tan desde el centro de todo.

Si, lloran de verdad.

lunes, 28 de marzo de 2011

El camino para este tiempo


Tengo en mi saco
varias despedidas listas,
preparadas
para este tiempo de incertidumbre.

Pronto,
con la ayuda de mi abdomen,
acercaré las manos
a la cuerda dolorosa de los tobillos
y me desataré.

Las plantas de mis pies,
tanto tiempo boca arriba,
piden camino.

jueves, 24 de marzo de 2011

Mitad



Media luna
media asta
media noche
media naranja
medio mundo
media luz
media piel
medio andar,

soy mitad.

Sin ti
toda completud
es espejismo.

domingo, 20 de marzo de 2011


¿Qué será de los amores de los poetas muertos?
¿Qué será de los amores muertos de los poetas?

No hay cadáveres de amores en poesía,
sólo en la vida.

domingo, 13 de marzo de 2011

Sinónimos


Usaré la palabra poesía
para evitar la palabra amor.

La primera aún es más aceptada.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Burbuja


Dibujaré la elipsis perfecta
del instante desierto

tengo un oído sordo
eso me será de ayuda.

domingo, 6 de marzo de 2011

El deseo del árbol


Yo los siento todos los días, caminan en torno a mí, a todos nosotros, caminan sólo por caminar y piensan todo el tiempo, yo sé que piensan sin parar. A mí me encantaría caminar pero no tengo piernas, por el contrario, tengo mis raices que me atan a la tierra y me condenan a estar erguido, inmóvil. Yo sé que ellos, los humanos, me envidian la paciencia y la fortaleza, siempre me usan como ejemplo de temple.
¿Sabrán ellos que no se puede caminar sin piernas?
¡Ah si yo las tuviera, muy feliz caminaría!
Los humanos son muy afortunados pero son tontos, siempre ven hacia afuera y quisieran ser otra cosa.
Yo también soy un poco así, pero ni siquiera tengo lengua para decirlo.
Ellos, que tienen la gracia de la palabra, hasta me envidian el silencio.

El árbol


En esta historia hay un árbol que es todos los árboles del mundo, dos personas que son todas las personas del mundo y la poesía que nos hace en el mundo.

Una mujer camina tranquila en el frío, respira y observa, probablemente esté empujando el coche de su bebé, que a buen resguardo bajo las cobijas, sonríe y juega. Ella se detiene porque ve un árbol, el árbol no tiene hojas, muestra su madera en su tronco, muestra sus formas. La mujer recuerda a otra mujer, que está escribiendo un libro, que es su amiga, que está lejos, que juega con el miedo. Hay que tomarle una fotografía al árbol. Hay que mandársela a aquella otra, para que vea, para que escriba.

Click, la foto, click, el árbol, click, el e-mail.

Hay un apartamento en Caracas, hay que limpiarlo. Esa mujer siempre intenta que el polvo no se acumule, ni sus silencios. Cuando barre sabe que el polvo es liviano, sabe que debajo hay brillo. La mujer hace pausas para acercarse a la computadora, le llegan palabras, ella escribe palabras, espera noticias de las palabras, ama las palabras. También ve su rostro entre un pantallazo y otro, se ve.

Descubre la foto.

¿Cuánta sonrisa puede caber en un árbol de invierno?

El tiempo se abre, como los muchos brazos de aquel tronco hacia el cielo.

viernes, 4 de marzo de 2011

Debajo, la nada


A Luigi Pirandello, en Carnaval

No se viste la máscara
para cubrirse,
se viste
para ser.