Mi novia imposible
me pidió un colibrí.
A mi novia imposible
le gusta pedirme
cosas imposibles.
No es fácil
atrapar al colibrí
que vuela inmóvil
en mi amor.
Mi novia sabe
que el colibrí se sostiene
velóz y estático
en la fuerza de la nada
de mis alas reconstruidas.
Pero ella sabe también
que soy un hombre
que vuelve de la muerte
y que para los hombres como yo
lo heroico está en la humildad
de reconocer lo imposible.
Sin embargo, a veces,
mi novia y yo somos niños
y es allí
donde mi novia imposible
me pide nuestro colibrí,
a pesar de todo.