martes, 19 de marzo de 2013

Hashtag

#EnUnUniversoParalelo, Rimbaud está escribiendo, se toma la cabeza y se ríe, orgulloso, de sus versos. #EnUnUniversoParalelo Rimbaud nunca dejó de escribir a los 22 años, nos llenó de versos hasta que murió a los 90 y todos fuimos más felices. #EnUnUniversoParalelo a los dictadores se les amarra a las sillas y se les pone a oír poesía continuada hasta que se dejen de maldades. #EnUnUniversoParalelo Borges nunca encegueció, ni Nietszche enloqueció, ni Beethoven ensordeció, ni Pavese se suicidó. #EnUnUniversoParalelo Whitman se sentó con Leopardi y lo convenció de la belleza de la vida y le dio un abrazo. #EnUnUniversoParalelo Bukowski no es alcohólico e igual escribe maravillas. #EnUnUniversoParalelo nadie le teme a la poesía. #EnUnUniversoParalelo nadie le teme a la belleza. #EnUnUniversoParalelo el joven poeta le enseña muchas cosas a Rilke. #EnUnUniversoParalelo el que se estrella contra un árbol es Sartre y no Camus. Me gustaría mandar a Marx a #UnUniversoParalelo y dejarlo allí hasta el fin de los tiempos. #EnUnUniversoParalelo le diría a Breton que qué bellos sus poemas, pero que las personas no somos cosas. #EnUnUniversoParalelo Beatriz no se muere y Dante igual la ama para siempre. #EnUnUniversoParalelo de verde olivo pueden vestirse sólo las aceitunas. #EnUnUniversoParalelo los malos se cansan y dejan el fastidio. #EnUnUniversoParalelo Freud hace las paces con su mamá y Edipo resuelto. #EnUnUniversoParalelo las hienas no se ríen. Ah, por cierto, todos nosotros estamos #EnUnUniversoParalelo.

sábado, 16 de marzo de 2013

Su tierra


Y en esa mañana de sábado comprendió que su patria no era un país.
Entendió que el único territorio que podía ser su hogar se llamaba Belleza.
Ella había vagado fuera, eso sí, incluso se había confundido, había intentado otras patrias más sacrificadas, más compartidas, pero en el fondo más abyectas. Desiertos. 
Había estado con falsos compatriotas, gentes fantasmales, cobardes. 
Vampiros que arrastran y luego muerden, monstruos enmascarados, payasos. 
Pero nunca, nunca se había sentido cómoda. Lo sabía por sus pulmones, por la opresión.
Ahora lo veía. Su tierra era esa, la de la inspiración. 
Ya no hubo orfandad.

viernes, 15 de marzo de 2013

A los tiranos


A los tiranos les digo
que no hacía falta
cerrar las salidas de la ciudad
para cumplir con su ritual de muerte.

Que igual mi puerta tiene
el cerrojo del miedo
y que mi cuerpo herido
engulló su llave
hace siglos.

Les digo
que lograron
construirme la cárcel dentro.

Ahora ya pueden
dormir tranquilos.

Igual morimos


Qué extraña manera de estarse muertos. Quienquiera diría no lo estaís. Pero, en verdad, estaís muertos. 
César Vallejo

No están de moda los pesimismos
ya no se gritan al mundo las heridas
no se vale la honestidad de los huesos

de modo que
cada vez que queremos morir

escribimos un poema lleno de metáforas
animales
o de árboles
gigantes
niños
poetas

y listo
a otro asunto.



sábado, 9 de marzo de 2013

Chains


Cuando yo era chiquita, en mis vacaciones italianas, siempre había un pequeño parque de diversiones en el pueblo de mis padres. Yo me montaba en el aparato que daba vueltas y vueltas y pasaba horas sin bajarme, para mí eran meses, años. Alguien abajo pagaba y pagaba para que yo siguiera arriba, supongo que alguno de mis padres. Yo en ese momento no me ocupaba de eso, sino de la sensación interminable de dar vueltas en el aire sin parar. Recuerdo la voz del señor que manejaba el aparato, un gitano, que cuando todo se estaba acabando gritaba "Un altro giro, un altro giro!" (¡otra vuelta, otra vuelta!) y todo empezaba de nuevo. Bueno. Sigo montada allí, con todos ustedes.

martes, 5 de marzo de 2013

Degas



La 
es una 
bailarina.

Movimientos del quehacer poético


Sentarse, tomarse la cabeza con la mano derecha, en la parte de atrás, casi en la nuca, dejar descansar la cabeza en la mano, apoyar la mano izquierda en el teclado, (la máquina se siente tibia), cruzar las piernas. Luego están los ojos, ellos recorren los objetos propios, conocidos, los objetos casa; pero no ven, sólo caminan, (hay veces que los ojos caminan ciegos), luego se posan, en algo, lo que sea, en un ladrillo de la pared, en la nota que se copió para usarse de mantra en los días de duda, en la caja de cigarrillos. Y así llega el poema, los primeros versos donde los dedos corren, en este punto los labios se mueven hacia la sonrisa y la mano derecha deja de ser apoyo para correr al teclado. Todo sucede rápido. Una vez escrito (el proceso de escritura no se describirá aquí) el cuerpo se suelta, los ojos vuelven a ser ojos y empieza la relectura y corrección, pero sabemos, en este punto sabemos, que todo está hecho. Lo que resta es acomodo.