lunes, 23 de abril de 2018

Los regalos del mundo

Si miras el mar
(en algunos atardeceres)
lo verás cubrirse de perlas.

Son las ostras que envían
sus frutos atormentados a la superficie
para que tus ojos se enciendan.

Así son los regalos del mundo,
dolorosos e iluminados.

domingo, 8 de abril de 2018

Rosario y el vals

Una mujer sin país escucha un vals de Schubert porque un escritor con país lo nombra. 

En la sombra vaga de los recuerdos errados del escritor hay una pianista que se transformó en hombre, que pasó por ser italiana. Ella ya murió, la segunda mujer ya murió. 

El escritor aún vive, la mujer que escucha aún vive. 

El vals suena en un piano inmortal. 

Los paises y las pianistas se acaban, la música no. 

Luego las palabras viajan, como la nostalgia, como el amor. 

El escritor no sabe nada, la pianista que fue hombre y fue italiana, tampoco. 

Sólo la mujer que lee y escucha sabe y sonríe, mientras Schubert suena en su mar.