sábado, 21 de julio de 2007


Mientras siga buscando
(en el inmenso desierto)
pequeños oasis de vida
sabré que la paz está lejos
(y cerca la pasión)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

"Ozú, mi arma"

Verónica E. Díaz M. dijo...

Buena compañía...

ricardo flores dijo...

Es verdad, la pasión es lo contrario de la paz.
La pregunta que me surge es la que alguna vez le leí a un poeta chileno:
"¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida o la luz de la muerte?"
Saludos,
RF

TORO SALVAJE dijo...

Justo ahí estoy, menuda fotografía, tuya pero mía también.

Besos.

Jorge Arce dijo...

Esa búsqueca permanente me suena ahora como a la necesidad de conservar la capacidad de asombro, no estancarnos, no limitarnos, no resignarnos. Un abrazo

Libertad dijo...

¡Qué calor!