la periferia
se parece a caracas, a la avenida francisco de miranda, a la autopista francisco fajardo, hay mucho tráfico, infracciones, velocidad, siempre busco a caracas donde esté, a veces la encuentro, hasta en roma.
segunda escena
el metro
todos los metros huelen mal, creo que es por las entrañas, el centro de la tierra, la excavación, las personas que viajan apiñadas sin luz, nada puede oler bien así, busco en las paredes fuera del vagón los frescos de Fellini, no los encuentro, claro, porque se borraron.
tercera escena
el coliseo
esta vez no veo el coliseo sino los ojos de mis acompañantes que ven por primera vez el coliseo, sus miradas no me decepcionan, se alumbran, el coliseo es una maravilla enorme.
cuarta escena
las patrullas del ejército
nos quieren matar a todos, los invasores, quieren destruír todos los monumentos, roma se defiende visténdose de biceps y de armas largas, nuevas falanges, nuevos soldados, misma historia.
quinta escena
fontana di trevi
restauran la fontana, el mármol seco, el silencio de las estatuas, la sorpresa, la decepción de los visitantes, sin embargo las monedas, las personas no ceden, lanzan y sueñan y siembran monedas en la aridez de hoy esperando futuros húmedos y fértiles.
sexta escena
el panteón
el panteón es la luz que entra de su techo abierto
séptima escena
los espaguetis
si vas a roma debes comer espaguetis
octava escena
bernini
veo los balcones e imagino a sus dueños asomarse en el insomnio, hay agua en las fuentes y hay señoritas de piedra con colas de caballos, los escultores hacen arte burlándose de nosotros, yo sueño un balcón así.
novena escena
el río
el tíber transporta todos los sueños en cestas, todos somos hijos de diosas que nos abandonan a las aguas, todos somos hermanos niños fundadores de ciudades.
décima escena
el ferrari y la gitana
cien euros para veinte minutos del ruido de mi motor y de tu pie moviéndome en mi acelerador de oro, más allá una mujer pide limosna, yo la veo ella me ve, convivimos, tú decides dónde pones tu dinero.
undécima escena
piazza san pietro
hay una señora, vieja muy vieja, sola muy sola, pobre muy pobre, digna muy digna, con sed pero sin fuerzas, aprieto el botón que hará que salga el agua, aprieto y ella bebe, gracias, se va caminando lento, la basílica no nos mira, la basílica mira las filas de sillas que han dispuesto en su plaza, plaza escenario, plaza teatro.
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