sábado, 19 de abril de 2008

Comodidad infernal

Quieres construirte
un infierno
cómodo
coherente
fácil
a través de mí.

Todos lo hacemos,
inventamos
con pavorosa creatividad,
sufrimientos ridículos
que nos permitan fugarnos
por un momento
de nuestras verdaderas y eternas nauseas.

Te tengo malas noticias
no te pertenezco
no hay espacio
no me presto
no me vendo
no a ti.

Me quedo en el infierno mío
(lo transito).

No me pliego.

6 comentarios:

Verónica E. Díaz M. dijo...

Yo espero pronto aprender también a rechazar el mío...
Un abrazo amiga

Miss.Burton dijo...

Conozco ese infierno del que hablas, lo comparto todavía, no supe irme a tiempo, ni tener tu valentía, ni no dejarme plegar.... No supe, o quizás, mas importante y exactamente dicho, no pude.
Creo que llega el momento de poder, y el mío no llegó. Me encanta que transites tu infierno sola, que lo hagas poco, porque es bueno y mejor liarse la vida a la cabeza y sonreir un poco y olvidarse de las mierdas, pero... cuando uno necesita ese refugio adictivo, hay que ir. Y qué mejor que ir sola, donde nadie te pueda chupar un ápice de tu esencia y energía, y donde por fin sientas que eres dueña de algo...
Un beso fuerte, me parece precioso el poema, precioso.
Y te echaba de menos... me alegro mucho de verte por casa¡ Cuídate, anda¡

bernardo munuera dijo...

Qué feo está visitarte porque me has visitado, guapa pero tengo mil excusas que se engloban en la solitaria necesidad del tiempo.
Agradecerte la inclusión del último blog aquí, en tu exquisita relación de amigos.

Repito, estoy en un infierno: me agobia la falta de tiempo. Cuando era más joven tenía un amigo que me decía que los que decía eso era porque lo perdían. Juro que no lo pierdo porque lo he comprobado, tengo los bolsillos de los pantalones cosidos.

Te lo juro.

Gracias y un besazo, niña.

Lena yau dijo...

Ay.

Fernando Visbal Uricoechea dijo...

Esto estalla leyéndolo...

La Gata Insomne dijo...

hay muchos que requieren del otro para vivir su propia porquería,
a ver qué rumbos toma cuando encuentre esta puerta cerrada,
porque no será hacia dentro donde busque