domingo, 9 de marzo de 2008

El Ganges y una esmeralda


A Carolina

Me hablas con ojos importantes nunca los había visto húmedos presiento entonces la necesidad de decirte que estuvo bien que te admiro por tener el coraje de querer tocar las cosas de querer tocar tu alma y dices que ya no que ya deberíamos entender algunas cosas sin tener que experimentarlas sin violarnos sin vomitar tienes razón y a pesar de eso insisto me dices que el ganges es una mierda que toda la india lo es me alegro derribando mitos que bien se siente me hablas de suciedad y de ratas que se pasean a sus anchas es la espiritualidad en lo humano es chocante fuiste a buscar elevación y encontraste enfermedad y muerte y un perro comiéndose un brazo y olor a carne quemada en piras absurdas masivas que quizás te cosquillearon las papilas que asco que damos a veces vamos que sabes que vas a estar bien que ya lo estás que ya entendiste que allí no vas a volver que ahora estamos grandes que ya basta de retos de bailes endemoniados ya descubres lo fantástico de la desnudez de la rayuela con los niños de las palomas.

Tomamos vino y está oscuro, llueve en marzo (aquí nunca llueve en marzo).
Lloro conmovida y me dices que no me habitúe a las lágrimas, que las lágrimas no hay que desperdiciarlas entre amigos, que ya basta de aprender sufriendo.
No menciono que alguien me dijo que pusiera una esmeralda fabulosa en una cajita de madera a que esperara tiempos propicios. Que me cuesta guardarla en su manto de paciencia. Que estoy febril. No te cuento nada. Sigo bebiendo contigo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El viaje fue inciatico. Valió la pena.

Isa Segura B. dijo...

Todo tiene su lado oscuro, incluso el Ganges.
Cariños.