lunes, 17 de octubre de 2022

Había que quererme más.


Ya ves,
la lengua es engañosa,
no sabremos nunca
si habla de ti o de mí.
Las fieras descansan los sábados,
puedo dedicarme a la poesía
mientras el mundo se detiene.
Estoy en el momento
que no vuelve,
alimentaré el fuego que soy
con pequeños leños,
me sentaré a ver piruetas,
que dibujarán la vida. O,
¿tú pensabas que el fuego
era muerte?
No.

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