Ser un ciervo es tener miedo en los ojos,
por eso la angustia cuando
me miras así, mi amor,
cuando te haces ciervo.
Tengo el terror de la presa
que está en tu mirada
y se me acaba el mundo.
Soy un ciervo vestido de flor
que aparenta ser oso,
ya sabes, por las garras, mi amor.
Convertirse en animal nunca ha sido sabio.
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