Locación:
- Distribuidor de agua en la plaza pegada de la playa.
Protagonistas:
- Un señor de unos 80 años, pequeño, fuerte, con boina gris.
- Cinzia
- Botellas vacías a ser llenadas.
Conversación:
El señor (quien ya estaba llenando sus botellas) le dice a Cinzia que no se preocupe que no le falta mucho por llenar. Cinzia lo mira y le dice que se tome todo su tiempo que ella no tiene ninguna prisa. El señor la mira y casi en un susurro de ojos y voz le dice a Cinzia que "la calma è la virtù dei forti". Cinzia lo mira, (detecta que de nuevo está dentro de lo que ella categoriza como "poema", es decir está en una de las situaciones en que el mundo tiene algo que comunicar y abre las compuertas que llevaba cerradas, por el frío y por la defensa) y le dice al señor que lo más difícil en la vida para ella ha sido la paciencia. El señor la mira de nuevo, en realidad nunca ha dejado de mirarla tan es así que el agua se le desbordó de las botellas (el agua libre siempre se hace río) y le dice a Cinzia que la paciencia lo es todo y sonríe despacio, le dice además que está seguro de que Cinzia sabrá cómo hacer de la paciencia parte de su vida. Cinzia reflexiona un nanosegundo y entiende que eso ya sucedió, la paciencia ya está. El señor termina con sus botellas y Cinzia se despide de él y él de ella. El señor se monta en su Vespa con su río en las botellas. Cinzia enciende el río de las suyas.
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