miércoles, 12 de octubre de 2011

Reto


La máscara nos hace juegos enemigos.

Nos observa,
nos golpea,
nos reta al abandono,
a su abandono.

Obnubilados
caemos
cerrando ojos ante el dibujo de un corazón,
afirmando que una lágrima es un lugar común,
reptando y tragando desiertos.

La máscara
está cansada de ocultarnos,
quiere que la desmintamos.

Ningún corazón es un dibujo torpe,
ninguna lágrima es un lugar común,
ningún desierto es el amor.





2 comentarios:

Noelia Palma dijo...

cada sensación es un poema en sí mismo, y entonces acá lo que hiciste es espejar(me).
te dejo un abrazo

Leo Mercado dijo...

Coincido con mi amiga Noe, y agrego que los últimos tres versos son, en sí mismos, un poema puñal.
Beso.