Iremos
allí donde nuestros rostros se confundan
y podamos escucharnos.
Estaremos sentados por horas
entre cinco mesas y mil delicias,
hilando nadas que lleven
a jugarnos el alma y el cuerpo.
Intuiremos a Caracas viéndonos
y nos perderemos acariciándola
haciéndonos cómplices ciegos
de heridas y desamores
y sintiendo su fuego.
La sabremos
amando
hermosísima y desnuda
sonriendo.
4 comentarios:
¿Existe ese bar realmente? ¿O es la forma que elegiste para evaporarte, para prescindir de nosotros, para agazaparte entre los vapores de lo que no es?
Como sea, me encantaría acompañarte en ese bar ¿Sirven whisky?
Saludos,
RF
Claro que sirven whisky!!
Venezuela es el pais del whisky.
Si, existe el sitio, es un restaurante de comida vasca.
Es minimo en tamano y tiene la mejor comida del mundo.
Queda en el centro de esta ciudad que se pone cada vez mas arisca, defendiendose contra los embates de los que la moramos y parecieramos quererla y entenderla siempre menos.
Cuando hablas de evaporacion y de estas ganas que tengo, tienes razon, me gustaria ir a ese sitio pero perdiendo mi rostro, cerrando mis ojos y los ojos que me rodean.
Me gustaria una especie de ceguera colectiva que permitiese afinar el oido.
Que se yo Ricardo...
Un abrazo
Cinzia
El Bar Basque...no hay duda de que se come como en el cielo
bello texto
saludos
J
Gracias amigo.
Beso
Cinzia
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