sábado, 4 de agosto de 2007

Tránsito

Moverse entre sensaciones
encontradas, enfrentadas, juntas,
miles.

Marearse de palabras
que acallan lágrimas y sonrisas
puños cerrados
destinos absurdos.

En tránsito eterno
certezas coyunturales
que nos resguardan
del abismo acostumbrado
inventado
auto impuesto.

Seguir expresando
el esfuerzo permanente
de darle una mentira a los actos
extremando el intento de huir del silencio.

Actuar
fuera del desorden de lo que se dice.

Observar con angustia y confianza
aquello que no somos
y que seguiremos siendo.

Tapar con un manto de luz azul
la sangre que grita desde adentro.

Ceder mintiendo.
Entender la sinceridad de la lucha.
Confundirse.

6 comentarios:

Maria D. Torres dijo...

Ceder mintiendo.
Entender la sinceridad de la lucha.
Confundirse.

Tapar con una manto azul la sangre que grita desde adentro!!!!!

Qué buen texto Cinzia. Te entiendo TAAANTO! Mil gracias por tus bellas palabras en mi blog, allá te dejé une respuesta.
Besos

Cinzia Ricciuti dijo...

Siempre entiendes y eso me produce una extraña tranquilidad, siempre.
Todo lo que puse en tu blog es merecido, con creces.
(Es más me quedé cortísima!!)
Un gran beso

Flavia dijo...

Como MD me quedó alucinando con tu poema y entendiendote mucho, te quiero y siempre estoy contigo. Beso

ricardo flores dijo...

Se necesitan agallas para entregarse a ese tránsito, para hablarlo sin desmoronarse, para asumir la posibilidad de no llegar a ninguna parte.
Te felicito.
Un abrazo,
RF

Cinzia Ricciuti dijo...

Lilith: bueno, quien mas que tu para saber todo lo que se esconde detras de estas lineas.
Yo tambien te quiero mucho.
Ricardo: Si, pensandolo bien tienes razon, se necesitan agallas.
Las agallas estan alli, lo importante es saber reconocerlas y tus palabras ayudan, sin duda.
Gracias.
Abrazo

Gerardo Omaña Márquez dijo...

como duele el alma cuando el recuerdo agrede
punzando los rincones
y girando te rompe el pensamiento
sin entender razones.

Ya nada es igual,
solo tristeza girando en el vacío,
una mueca, una vida congelada.

Y el dolor perdura,
te sangra y te fisura
en carne viva.

Recibe un beso en tu alma.