domingo, 23 de diciembre de 2012
Los niños no saben
Los niños no saben
de diferencias
entre muelles y puentes.
Los niños, cuando ven muelles,
sólo ven puentes
que acaban en el mar.
El destino nunca
estará en la tierra
sino en un improbable barco
que los lleve lejos
o en el nado furibundo
o en el ahogo.
Yo fui niña
y tampoco supe de puentes adheridos
a extremos sólidos.
Siempre hubo agua al final.
martes, 11 de diciembre de 2012
Cometa
sábado, 8 de diciembre de 2012
Dimensión distinta
Quizás
todo el coraje
que logremos a lo largo de la vida
nos sirva sólo
para el instante de la muerte.
jueves, 6 de diciembre de 2012
Océano
Agua al norte
agua al sur
agua al este
agua al oeste
sólo azul
no hay barca
no hay isla
no hay tierra
no hay paz
ni siquiera hay ahogo
hay hambre
floto
se acabó.
viernes, 30 de noviembre de 2012
Sequía
Un día opté por las palabras,
confié que siempre estarían.
Un día cesé de mojarme con la lluvia,
confié que con verla bastaría.
Un día dejé de besarte,
confié que el recuerdo cobijaría.
Erré
y ahora
la sequía.
lunes, 12 de noviembre de 2012
La cafetera
La cafetera hoy
se niega
al fuego
a la taza
a mí.
Tarda
se desborda
resopla
se babea
ensucia
quema.
Sublimo la cafetera.
Soy yo, ella.
Así todo es más fácil.
Es poema.
lunes, 5 de noviembre de 2012
Lectura y revisión de poemas
Poeta 1: ¿Dónde fue a parar la lágrima de tu poema?
Poeta 2: La había dejado por rebeldía pero a los meses la lágrima salió
sola.
Fin de mundo
Se oyen silentes pensamientos
pequeñas voces cobardes
la biblia que habla
el pantano que engulle.
Inquisición interna
deseo furibundo
de quemar libros
y mujeres
madres
liliths
evas
afroditas
que sólo quede esa
la puta sin útero
o la Diana andrógina
hermana de Apolo, el sol.
Que sólo sobreviva la virgen
que ya no traerá procreaciones al mundo
lobos hombres de hombres lobos.
martes, 30 de octubre de 2012
Heart storming
Cinzia
escribamos un poema
antes de que acabe este Octubre
que nos confirmó la dictadura.
Mencionemos
al muchacho que limpia los vidrios
al que no le preguntamos nada
y empezó a hablarnos
dulcemente
y nos dijo que no podría venir el sábado
porque debía estudiar para entrar a la universidad,
digamos que nos conmovimos
por el muchacho que limpia los vidrios sonriendo
mientras nos dice de su sueño de estudio
allá en la vida grande que tendrá.
Contemos que se nos está acabando el amor
que nunca se acaba
sigamos insistiendo en los versos del olvido
que nunca será
aquí la cosa se pone complicada
vamos a confesarlo
porque las manos esas tembladoras
no tienen pulso fuerte.
Escribamos al que quiera leer
que viajamos en las lágrimas de muchas personas
en este mes que se muere al fin
en este mes de fiesta de terror
de máscaras de monstruos de caramelos.
Paseemos en la posibilidad de la locura
aquí donde sólo queda la aridez.
Ah claro, podemos decir
también
en este poema
que finalmente estamos escuchando jazz
poco a poco vamos logrando la iluminación
leemos a Lao Tse en una traducción trágica e imposible
nos gusta
y que un amigo querido nos dice que nos presentará a la Duras
porque yo no la conozco
que me pondrá a inferir
que nos tomaremos un café los tres
y sonreímos porque imaginamos el café con la escritora muerta
que nos hablará en un francés muerto de un amante muerto también.
Mencionemos que las tormentas ahora son de todos
que aunque no muramos en ellas ellas mueren en nosotros
y en los muertos que cosechan y en el agua y en las nubes
en el miedo de este planeta hecho nube, de hombres nubes, sí.
Podríamos hablar de la soledad pero no lo haremos
ni del cuerpo
ni del alma
que para eso están los poemas de los poemas que no se escriben
los que se quedan atascados en alguna libreta árbol perdiendo hojas.
viernes, 19 de octubre de 2012
Continuación del poema anterior
se preguntaba
de cuánta soledad sería capaz
para apreciar un gesto que acompañara
y luego el teléfono
la voz de su madre
el agradecimiento purísimo
la luz
ya no hubo preguntas
las dudas están fuera del amor
jueves, 27 de septiembre de 2012
No hubo incendio
Llamo a mi madre
repique repique repique
quince veces
mi madre está sola en aquella casa
tarda en alcanzar el teléfono
lo sé pero tiemblo
siempre tiemblo ahora
al fin responde
suspiro.
II
Dejé la hornilla encendida y salí
sigo dando señales de distracción
de no seguir los pasos que la realidad impone.
Vuelvo a casa y veo el fuego azul
no importa si algo se cocinó o no
al fuego no le importa lo que quema.
No había comida
menos mal
no hubo incendio.
III
El miedo es todo
se nos acabaron los otros espacios
salvo la ira.
El miedo es aturdimiento
es hipo
es dar gracias a Dios porque aún respiras
a pesar del miedo.
sábado, 15 de septiembre de 2012
Bones

Soy de huesos duros.
viernes, 31 de agosto de 2012
Breve en la ducha

Lástima

No había campanas
sábado, 18 de agosto de 2012
Bolero

La oí cantar
Lucha

miércoles, 8 de agosto de 2012
Surf en la arena

Hemos abandonado la profundidad
miércoles, 1 de agosto de 2012
Poema dormido

viernes, 27 de julio de 2012
La noche sin Dios

Nos escoltamos los unos a los otros
sábado, 21 de julio de 2012
lunes, 16 de julio de 2012
Fuego

domingo, 15 de julio de 2012
Más luz

sábado, 14 de julio de 2012
Dulzura y Calvino

Sin verbo

Frío de piernas
viento leve
de ventana cerrada
madrugada de foco encendido
libro caído
consuelo maltrecho
café tabaco poema
ilusión de amanecer
otra vez el día
otra vez tú.
domingo, 8 de julio de 2012
Ellos

Si tuviera que alimentarme como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que hablar como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que ser moral como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que copular como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que votar como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que sufrir como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que amar como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que lucir como ellos dicen
no sabría como hacerlo
si tuviera que usar los grilletes que ellos proponen
no sabría como hacerlo.
Al parecer lo he olvidado todo
salvo la libertad.
domingo, 24 de junio de 2012
145-95

sábado, 23 de junio de 2012
Imagina

martes, 19 de junio de 2012
Imágenes de las imágenes de las imágenes de las imágenes

Se despoblaron mis fotografías,
a menos que llamemos gente
a los pájaros los árboles las nubes los gatos.
La soledad predilecta
de poetas charlatanes
me hace guiños tristes.
Tiene cara de pájaro
de árbol
de nube
de gato.
Esas cosas no tienen cara.
viernes, 15 de junio de 2012

jueves, 7 de junio de 2012
La caminata

Mi madre no tiene tiempo para caricias, nos saca a todos a empujones de la cama grande donde dormimos, Bianca llora, ella le pega. Bianca llora más. Tiene cinco y es la más débil de todos, mi madre siempre dice que no sobrevivirá.
Nos vestimos rápido, Nino se burla de mis piernas flacas. Tengo muchas ganas de llorar, pero la mano de mi madre me advierte que no conviene, me trago las lágrimas, soy una experta, siempre me duele el cuello cuando lo hago.
Bajamos por la escalera de caracol. Mi abuela ya preparó los huevos con azúcar y vino dulce. Amo desayunarme así aunque no siempre puedo, no siempre las gallinas ponen los huevos suficientes y tengo tres hermanitos más pequeños.
Veo a mi papá, está terminando de recoger sus cosas, se pone en la espalda su acordeón. Mi madre al ver esto le grita, le dice que es un inútil, que el acordeón pesa demasiado, que no podremos con tanta carga, que él siempre ha sido una carga. Otra vez tengo ganas de llorar.
Salimos en fila, Liliana va en brazos de mi madre, quien también tiene que sostener a su enorme barriga y a mi abuela. Elisa, la mayor, acompaña a mi padre detrás de todos, ellos dos siempre andan juntos, como si Elisa fuera varón. Empieza a nevar, primero despacio y luego con más fuerza, me gusta la nieve, no huele a nada. Nosotros siempre olemos, siempre sucios.
Nos dirigimos a la ciudad, al parecer allí hay gente buena que nos espera. Al principio reímos y jugamos, Nino me pega en las piernas con un palo que recogió en el camino, le digo que deje de hacerlo, le pego en el gorro, él es más alto que yo pero igual alcanzo. Vemos a otras familias en procesión. Los hombres se paran a conversar y oigo historias de cañonazos y amigos muertos. Yo sé lo que es morir. Es algo que duele mucho y que te aleja para siempre. He ido a varios funerales, todos se visten de negro y gritan y lloran, rezando. El muerto no participa.
La ciudad queda lejos, encontramos una cueva con mucha gente adentro y mi padre decide parar para comer. Entramos y nos acomodamos como podemos. Me siento cerca de Carmela que trajo su muñeca escondida en su vestido. Jugamos. Mi madre reparte pan, lo horneó ayer, poca harina y mucho de algo que no sé que es pero que cruje debajo de los dientes, también nos da higos secos y nueces. Tengo mucha hambre, devoro mi parte, igual sigo con hambre. De pronto sentimos voces, no entiendo nada de lo que dicen. Los hombres grandes se apuran, hay que envolver a las muchachas en las alfombras para que los soldados no se las lleven y las malogren. Todo es carrera, todo es miedo. Mi padre agarra a Elisa por un brazo y la tumba al suelo, la envuelve lo más pronto que puede y luego se sienta encima de ella y enciende un cigarrillo. Los demás hacen casi lo mismo, logro observar pies que salen de las alfombras, algunas muchachas son muy grandes, Elisa no. Ella está completamente envuelta. Veo la cara de mi madre en la penumbra, está asustada y rabiosa. Los soldados llegan y empiezan a hablar con los hombres. Uno de ellos da vueltas por la cueva, está buscando algo. Es muy grande y tiene que caminar con la espalda doblada. Finalmente se detiene y empieza a reír de buena gana, se agacha aún más y le dice algo a sus compañeros. Toma un tobillo que sobresale y lo hala con fuerza, los hombres que estaban sentados sobre aquella alfombra se ven obligados a levantarse. Todos gritan maldiciones y algunos empiezan a llorar. El soldado levanta a la muchacha, le susurra algo al oído, ella calla, creo que no entiende. Se la llevan. Los soldados tienen ojos de tigre. Conozco a esos animales, una vez mi papá nos llevó al circo, todos estábamos muy contentos y él también. Nos dijo que veríamos cosas fantásticas y que debíamos guardar esas cosas en nuestras mentes para siempre. Que las personas teníamos el más grande tesoro del mundo y se llamaba memoria y que con él podíamos revivir cosas que ya habían sucedido y ser felices siempre como la primera vez. Cuando llegó el momento de los tigres sentí que mi estómago saltaba. Eran la cosa más hermosa que había visto y siquiera imaginado en mi vida. Eran enormes. Por largo rato busqué sus ojos y fue cuando entendí que los tigres no miran como nosotros, ellos ven comiendo. Los soldados tienen ojos de tigre.
Ya se fueron. Todos estamos callados y yo tengo miedo. La madre de la muchacha llora y su esposo trata de consolarla pero sin abrazarla. Me siento cansada.
Mamá dice que hay que seguir, nos ponemos de nuevo en fila y me doy cuenta que la nieve se ha acumulado en el piso, no será fácil caminar así. Nuestros zapatos son viejos y livianos, voy a sentir mucho frío. Empiezo a extrañar mi casa.
Creo que mi abuela se da cuenta de que estoy triste porque se me acerca y me pone su mano en la cabeza, eso siempre me calma, su temblor es como un arrullo para mis cabellos. Me digo que soy fuerte y que debo seguir.
Veo las cosas a mi alrededor, todo se ve muy blanco y los árboles están desnudos. No entiendo cómo cambian tanto del verano al invierno, cómo es que pierden todas sus hojas. Debería ser todo lo contrario, deberían estar más vestidos cuando hace frío. La verdad es que hay muchas cosas que no entiendo. Imagino si yo perdiera mi cabello en invierno, como los árboles sus hojas…me da risa verme calva.
El viaje es muy largo, ya va a anochecer. Tengo mucha hambre de nuevo y mucho frío. Nino no para de fastidiarme, creo que con eso se divierte y tiene menos miedo. Los pies de Liliana se han puesto de un color extraño, morados. Sus labios también.
Bianca se me acerca y pasa su brazo por debajo del mío. Bianca nunca habla pero es mi favorita, sus ojos son redondos y despiertos como los de un conejo y su cabello es muy largo y muy negro. Cuando la veo acercarse y tomarme, me regala una sonrisa. Bianca siempre me sorprende, ríe cuando hay que llorar, llora cuando hay que reír.
Papá y mamá conversan, no oigo lo que dicen, mis orejas están frías y creo que me he quedado un poco sorda, le digo a Bianca que juguemos al juego de las iniciales, asiente contenta. Empezamos con la letra A: almendra, alacrán, araña, animal, alemán…no, no nos divertimos.
Hay luces en el fondo, creo que pronto llegaremos.
martes, 5 de junio de 2012
La torre

Cae
jueves, 31 de mayo de 2012
Nabucodonosor

Nabucodonosor es un buen nombre
miércoles, 23 de mayo de 2012
ADN

lunes, 21 de mayo de 2012
Eva

martes, 15 de mayo de 2012
No soy Calvino

sábado, 5 de mayo de 2012
Falso llanto
pienso en sus lágrimas.
He tenido a muchos cocodrilos humanos frente a mí,
o más bien,
humanos reptiles.
Los he visto llorar y me he creído toda esa agua.
Quizás yo también haya sido uno,
claro que sí.
El día en que las lágrimas de los cocodrilos
sólo sirvan para humectar sus ojos
y dejen de ser metáfora de llanto falso en nosotros;
el día en que utilicemos
menos barcas de culpas acuáticas vacuas;
el día que lloremos como gente;
ese día nuestros ojos saborearán el éxtasis de la verdad
y los cocodrilos chapotearán en su carnívora paz.
jueves, 3 de mayo de 2012
Bosque en ciernes
Se rompió
el espejo que fuiste.
La distorsión
dejó de columpiarse.
Contigo,
con tus trozos,
haré semillas
de mil árboles
que serán.
lunes, 30 de abril de 2012
Recogimiento
en el pavimento
una retorcida
la otra recta.
A poca distancia
una mariposa
de alas cerradas.
Se trata del respeto
de quien conoce el vuelo
hacia quien murió
antes de volar.
jueves, 26 de abril de 2012
lunes, 26 de marzo de 2012
Detalle auto-crítico

Veo el enésimo video de animales salvajes que abandonan su ferocidad para mostrarse dulces con sus dueños o entrenadores. Descubro mi conmoción y mi sorpresa intactas ante ese comportamiento.
martes, 20 de marzo de 2012
Migración

Los periódicos anuncian
que las golondrinas dejan África,
y vuelan de regreso,
pero que este año serán sólo la mitad.
que nadie había visto nunca una golondrina muerta).
domingo, 18 de marzo de 2012
No hay saludo en la mañana de domingo

Conozco esta presencia
apenas trajeada de ausencias.
Nos gestamos en la paradoja.
Mi imaginación deshace
certezas aciagas.
sábado, 17 de marzo de 2012
Cama

Una espalda enfrentada a la otra,
Esas palabras

En este instante preciso
Elocuencia

lunes, 12 de marzo de 2012
Tiempos nublados

El sol,
sábado, 10 de marzo de 2012
Duelo

Enfrentadas
jueves, 8 de marzo de 2012
Caricia a un tiempo verbal

Los gerundios,
viernes, 2 de marzo de 2012
rima irónica desconsolada

molestan a los pájaros
Vorágine

Algo se tragó mis poemas