Ojalá seas la mañana de los días.
Esa porción mágica del tiempo en que todos somos niños.
Ese sol que nace tímido y se prepara para iluminar inmenso.
Ojalá sepas conservar la alegría primera de ser el soplo dulce que respira y cubre, abriga, permanece.
Porque yo así te veo.
En mis ojos esperanzados eres el párpado que se levanta dispuesto a todas las maravillas.