También hacer poesía es trenzar de nuevo
el hilo roído con cascabeles
que llevas en el brazo
hace años
para que no se extravíe/te recuerde
porque todas tus joyas desaparecieron
(allá)
robaron tu herencia
entonces el ruido delicado de las campanitas
sirve para reencontrarte/encontrarte/ser
en medio de todo lo que no es/no eres.
Trenzas cascabeles también para tu hija
le dices que aguante/que encierre entre sus dedos
el principio del hilo y allí sigues
construyendo sonajas viéndole los ojos
el brazo a tu hija/tu belleza/tu tesoro.
Construyes en ella pequeñas estrellas de música.
También hacer poesía es no perderse del todo.
Es ser los joyeros de la nada que hace mundo.
El sonido en movimiento de tu alma grata.
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