(Renoir)
Alguien antes pintaba los días
ponía los colores con precisión
era un pintor ordenado
quizás poco fantasioso
pero ordenado
en su paleta estaban todos los rosados
anaranjados
azules
claro los azules
pero también estaban el blanco el negro y el gris
y hasta el plateado, para las estrellas.
En la pintura de este pintor
sin embargo
no era sólo importante lo que pintaba
sino el tiempo que ocupaba pintando.
Siempre el mismo tiempo
los minutos contados en horas
24 horas
y de vuelta a empezar.
El pintor nunca se cansaba
no entendemos cómo
pero nunca se cansaba.
De un tiempo a esta parte
las cosas han cambiado
se han puesto difíciles
abstractas
el pintor descubrío el desorden
o el caos dio con él
ya nada es preciso
ya nada es perfecto
los colores se expanden
y hasta se deshacen
dejándole una sensación
de pérdida de descontrol.
El pintor está nervioso
está triste
porque además ya los minutos
no rellenan las horas como antes
los minutos se ríen de él en su cara
ya no quieren participar en el reloj de su obra.
Se desdibujaron los días del pintor
y nosotros
que estábamos adentro del dibujo
ahora somos el desdibujo también
y tratamos de danzar los días
que ya no son.
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