Si enciendes una vela cerca de un espejo tendrás más luz, tendrás el doble de la luz. No sólo tendrás el reflejo de la luz, ni tendrás sólo una doble imagen de la luz, sino que tendrás más luz. O, dicho de otro modo, el reflejo y la imagen de la luz siempre son luz. Ese simple hecho es bellísimo. Hay que encenderle velas a los espejos y buscarnos en ellos.
3 comentarios:
Por eso hay que estar con la gente que uno quiere. Leerle poemas. Escuchar sus descubrimientos, lo que han visto y aprendido desde la última vez. Por eso hay que compartir la poesía. Por la luz. Besos, Ci.
Si cambio luz por fuego el poema no funciona, ¿viste? No hay fuego en los espejos, sólo tibieza refleja.
El asunto es que el espejo sólo refleja, pero no deja ver a través.
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