El hombre
el primero
Adán
está en la montaña.
El viento le atraviesa el rostro, lo vuelve niño, lo hace fuerte.
Sus ojos,
un día adoloridos de tanta prisión,
ya no buscan,
sólo caminan sobre las rocas, los cielos, las lluvias.
Ahora tiene respuestas
la paz del viaje
el anhelo de regreso
las flores milenarias en su corazón
cuando me recuerda.
Mi amor
el primero
Adán
está en la montaña.
2 comentarios:
Sos tan dulce...
Cinz, esa última estrofa es un poema. Me encanta ser testigo de cuanto crecen tus versos y lo celebro calladita...
Beso!
Ophir
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