a Giulia
En las mañanas
cojos que deambulan
una vieja que barre sus nadas
motos inmundas
humo
tacones encharcados
la montaña con su alba indiferente
y tu y yo
(frágiles como en un sueño)
juntas
nos tomamos las manos
atravesamos la locura
en nuestra fábula de fortaleza
tenemos ganas de llorar.
cojos que deambulan
una vieja que barre sus nadas
motos inmundas
humo
tacones encharcados
la montaña con su alba indiferente
y tu y yo
(frágiles como en un sueño)
juntas
nos tomamos las manos
atravesamos la locura
en nuestra fábula de fortaleza
tenemos ganas de llorar.
4 comentarios:
Vaya, qué inteesante poema. Me gusta mucho el final inesperado.
Muy bien.
Saludos
El alba indiferente
y el deambular de las mentes
a través de todo
a pesar de todos
con las manos inocentes.
Un beso.
qué bello amiga, más aún conociendo al equipo
un abrazo desde mi fragilidad
Muy hermoso y cálido, a pesar de lo dura de las imágenes iniciales...
las abrazo
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