miércoles, 6 de febrero de 2019

Todo vuela

Un gorrión de Enrique Enriquez

Creo que sí podemos
hablar de los gorriones
que se alimentan de nuestras migas.

Creo que podemos decir
que confían en nosotros
sólo si permanecemos inmóviles.

Obedecemos.
En pro de alimentar la belleza delicada,
nos hacemos estatuas.

También la felicidad nos hace la gracia
de permanecer a nuestro lado en ese instante.

Luego todo vuela,
el gorrión
la felicidad
el tiempo.

Y nosotros sentimos de nuevo
la ligera sangre que mueve nuestros músculos
en busca de los próximos gorriones.

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