Magritte
A quien que se desnudó
abrió ventanas
se enfrentó a las lunas
deshizo mitos
caminó los surcos
de espirales infinitas
lanzó alas
aunque pareciera inútil.
A esa lengua
que se entregó sin preguntar
se llenó de dagas
anduvo esclava
chupó desiertos
pronunció verdades
lamió cielos.
A quien sucumbió
masticó sus dientes
resucitó
olvidó lo aprendido
perdió el escudo
abandonó la caricatura
sumergió sus culpas
en el río revuelto.
A la sonrisa niña
de un orgasmo eterno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario