Estas hojas rojas caen lentas y se hacen sedimento plástico.
Hablo con mi otoño imaginario que no ha empezado y ya termina.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Apagarte al borde de ti misma, buscar excusas, podar en falso la mañana de tus ojos, nunca tuvo sentido para ti.
Porque sabes esperar, siempre lo has sabido. Una boca carnosa y pequeña, como la tuya, una boca secreta dentro ti te anuncia futuros y vueltas de esquina.
Esa boca pitonisa no te había hablado del final, y lo sabías.
Y yo sé que tú lo sabías, y esperaste.
Una vez me lo dijiste: "la gente cree que nuestra raza es tonta pero sabemos esperar, sonrientes".
Y yo sé que tu sabías, y yo sé que tejías tus piernas entre mis piernas.
Lloras, ahora lloras tu triunfo con un te quiero de niña que no sabe perdonarse a sì misma las lágrimas que derrama.
2 comentarios:
Apagarte al borde de ti misma,
buscar excusas,
podar en falso
la mañana de tus ojos,
nunca tuvo sentido para ti.
Porque sabes esperar,
siempre lo has sabido.
Una boca carnosa y pequeña,
como la tuya,
una boca secreta dentro ti
te anuncia futuros
y vueltas de esquina.
Esa boca pitonisa
no te había hablado
del final,
y lo sabías.
Y yo sé que tú lo sabías,
y esperaste.
Una vez me lo dijiste:
"la gente cree que nuestra raza
es tonta
pero sabemos esperar,
sonrientes".
Y yo sé que tu sabías,
y yo sé que tejías
tus piernas entre mis piernas.
Lloras, ahora lloras tu triunfo
con un te quiero de niña
que no sabe perdonarse
a sì misma las lágrimas que derrama.
Me tejo
en tu cuerpo
que es
llegada isla cielo
lloro conmovida
este amor cierto.
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