miércoles, 28 de julio de 2010
Lugares
Tengo tres mil años de guerras
almacenados en las venas.
Me gesté en un lugar
de aceitunas y uvas
templos y vejez.
Siempre anduve
en el hablar de las miradas
y los labios cerrados
en los hornos de piedra
las abuelas de manos ásperas
cabello blanco hasta la cintura
recogido en moños de trenzas espirales.
A veces amanezco en latín.
La tierra de la que vengo
no conoce de incertidumbres
a los muertos se los entierra
en el mármol
y se los llora para siempre.
Vivo en un sitio ahora
que no sabe de estrategias
que flota entre las formas
y no se halla.
Vivo en un sitio niño.
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3 comentarios:
Huir la espalda
como una arquitectura
que se esfuma
por dentro
Huir para quedarse
con las venas al sol
con la venas a la sal cartaginesa
con los labios resecos
apretados
y los dientes triturados
de tanto aguantar
Cinzia
Que alegría verla viva, ¿te acuerdas de los tiempos de Dr Chapatín? yo vengo de ahí.
te mando un abrazo
Estos lugares coinciden en nosotras y nosotras coincidimos en ellos. Nos hacen una. Somos una.
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