en medio del mar hay una plataforma petrolera. las olas golpean rítmicas sobre sus pilares. calma. de pronto una chispa misteriosa enciende todo. estalla la catástrofe. estruendo. y es, en más de algún sentido, hermoso. se trata del comienzo de “la vida secreta de las palabras”, una película de la catalana isabel coixet. y es la imagen que me viene a la cabeza al pensar en ungaretti. que cien años no es nada, viste. el tiempo es nada, está mudo, en una obra concebida, sin embargo, en medio de los fuegos cruzados del siglo xx. o habla, canta, el tiempo, en su dimensión más dolorosa y esencial. qué lejano, anecdótico y superficial se ve a la distancia un prólogo de mussolini. ungaretti es, en cambio, el héroe. Su atrevimiento tiene que ver con el afán por devolverle a la poesía su lugar en la historia. porque la palabra es la historia. la palabra desnuda, con vida propia, que canta su verdad más íntima y misteriosa. trasciende, pero duele. sangra. porque, a pesar de la osadía, “en el misterio de las propias olas / naufraga toda voz terrena”.
El héroe que rescata la palabra y más que eso la extrae de la tiranía del tiempo. Si. Todo un milagro de fortaleza. Hablo de nadas y hablo de ese hueco que a veces se forma cuando las palabras verdaderas entran en reposo. También las cosas heroicas descansan. Gracias por las imagenes. Saludos
si, el eterno juego, vamos y venimos entre el todo y la nada que se andan asomando a su antojo y cuando menos se lo espera uno... gracias suburbana. un abrazo
9 comentarios:
arde, agazapado, ungaretti.
suyo,
amatissimo poeta...
Con todo respeto, doctor, la imágen de mi amadísimo poeta agazapado en mi poesía no me cuadra. En tal caso viceversa.
en medio del mar hay una plataforma petrolera. las olas golpean rítmicas sobre sus pilares. calma. de pronto una chispa misteriosa enciende todo. estalla la catástrofe. estruendo. y es, en más de algún sentido, hermoso. se trata del comienzo de “la vida secreta de las palabras”, una película de la catalana isabel coixet. y es la imagen que me viene a la cabeza al pensar en ungaretti. que cien años no es nada, viste. el tiempo es nada, está mudo, en una obra concebida, sin embargo, en medio de los fuegos cruzados del siglo xx. o habla, canta, el tiempo, en su dimensión más dolorosa y esencial. qué lejano, anecdótico y superficial se ve a la distancia un prólogo de mussolini. ungaretti es, en cambio, el héroe. Su atrevimiento tiene que ver con el afán por devolverle a la poesía su lugar en la historia. porque la palabra es la historia. la palabra desnuda, con vida propia, que canta su verdad más íntima y misteriosa. trasciende, pero duele. sangra. porque, a pesar de la osadía, “en el misterio de las propias olas / naufraga toda voz terrena”.
suyo,
El héroe que rescata la palabra y más que eso la extrae de la tiranía del tiempo. Si. Todo un milagro de fortaleza. Hablo de nadas y hablo de ese hueco que a veces se forma cuando las palabras verdaderas entran en reposo. También las cosas heroicas descansan.
Gracias por las imagenes.
Saludos
Hermosa poesía, hermoso coloquio, gracias a ambos.
un bacio flavietta...tu sabes de lo que se habla aqui...
Si, yo también reconózco la nada que se mueve y que se convierte en palabra, y que luego se asoma.
Vaya..
si, el eterno juego, vamos y venimos entre el todo y la nada que se andan asomando a su antojo y cuando menos se lo espera uno...
gracias suburbana.
un abrazo
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