sábado, 24 de marzo de 2007

El Duende

No sabe que pensar,
no está dispuesta a sentir,
quiere dormir,
quiere repetir aquel día en el que se acercó sin miedo al borde del precipicio y dió aquel paso,
y voló.
No, no es de todas las noches tener un sueño así.
Extender los brazos, despegarse de la tierra y sentir el vacío en el estomago es una sensación que se vive contadas veces.
Ahora sabe porque es tan especial.
Sabe que no va a soñar y entonces se niega a dormir.
Se levanta, piensa en el milésimo cigarro que va a encender.
Ya no le gusta tanto fumar, se ríe, nunca pensó que algún día le gustaría menos fumar.
Igual fuma. No sabe no fumar. Si sabe pero no se atreve.
Un día un duende, en una playa, le dijo que sabia el motivo de su humo.
Ella fumaba para mover la energía, toda su enorme energía.
Luego la miró y le dijo que el sabía que UN DÍA ella aprendería a moverse en su energía y que ya no necesitaría quemarse en su tabaco.
Ella lloró. Lloró, porque el duende había entendido todo, porque no era humano, porque olía a selva, a tierra, a orín y a ella eso le gustaba.
Lloró porque quería llorar. Por esos ojos.
Piensa en todo esto y el cigarro se acaba...otra vez.
Su mente divaga, su cuerpo alerta, ultimamente está siempre alerta.
Se siente viva, repite la experiencia de sentirse así, ya ha pasado otras veces.
Ya se ha equivocado así.
Recuerda lo que ha leído en estos días, hace tiempo que no toma un papel en la mano, está harta del papel, descubre que se siente papel...se sentía...
Tiene sueño, un sueño blando, aguanta...si no va a volar, no va a dormir.
Se duerme. Vuela.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora el duende eres tú, lo que está en tu mente lo puedes tener en tus manos...
Poder para todo lo que deseas, te lo estoy mandando!
l`rena

esteban dijo...

me gusta que escribas así, que te extiendas un poco más de lo que acostumbras, y cuentes una historia de más largo aliento, con tus imágenes oníricas. me estoy convirtiendo en una especie de admirador.

es muy bello ese paralelo entre soñar y volar. yo, a veces, me siento así.

un beso

Maria D. Torres dijo...

Bello Cinzia. Estoy de acuerdo con Esteban, te estás adentrando más en tí misma.
Gracias por los que nos corresponde a las mujeres amigas que tecleamos!
Un beso

Verónica E. Díaz M. dijo...

Yo tengo un hada arriba del televisor y unos delfines en mi ventana y la luna que entra a ratos por las rendijas, para soñar. Me entrego al sueño como un ritual, consciente de que haré viajes donde se me necesite y requiera y que la mañana será mi eterno presente, mi siempre renacer...

Un abrazo grande para que vueles alto y sin temor

Flavia dijo...

Ven, ven conmigo.
Vamos por las piedras,
vamos a hacer equilibrio entre el mar y el precipicio.
No tengas miedo,
no tengamos miedo, estamos cerca, juntas.
Nadie nos va a empujar,
y si vemos que se acerca el saboteador,
ya sabes: un fuerte y duro golpe a su ego y ya está.

Cinzia Ricciuti dijo...

Si, es cierto, me estoy adentrando y me siento feliz.
El amor profundo que recibo de ustedes me hace la tarea mucho mas facil y eso se agradece desde el alma.
Un abrazo calido y mi gran admiracion.
Cinzia

Anónimo dijo...

Si nos encontramos en ese vuelo y aún es de noche, intentaré dibujarle una estrella para que le acompañe por el resto del viaje.

Cinzia Ricciuti dijo...

Las estrellas me gustan, la llevaria conmigo!
Quizas ya la tenga, quien sabe?
Un abrazo